miércoles, agosto 29, 2007

Algunos sonidos de la vida















Este adiós, no maquilla un "hasta luego",
este nunca, no esconde un "ojalá",
estas cenizas, no juegan con fuego,
este ciego, no mira para atrás.
Este notario firma lo que escribo,
esta letra no la protestaré,
ahórrate el acuse de reciboestas vísperas,
son las de después.A este ruido,
tan huérfano de padre
no voy a permitirle que taladre
un corazón, podrido de latir
este pez ya no muere por tu boca
este loco se va con otra loca
estos ojos no lloran más por ti.
Joaquín Sabina


Me gustaría tener facilidad de palabras… esas palabras que le nacen a los cantautores que he escuchado desde que descubrí este género musical cuando tenía 13 o 14 años de edad… recuerdo que estaba en 8° básico cuando el profesor de música nos mando a investigar acerca de Violeta Parra, pero por esa época no existían lugares donde consultar sobre esta cantora popular, era casi proscrita por los cultos señores de la dictadura… por esos años existía, creo que aún existe, un programa radial llamado “Dimensión Latinoamericana” que en ese tiempo sonaba en la Radio “Recreo” y la última vez lo escuché en la Radio Valentín Letelier de la Universidad de Valparaíso.

Después, clandestinamente por supuesto, fueron apareciendo los cassette de Víctor Jara, Silvio Rodríguez, con un sonido muy malo que denotaba que era una grabación de una grabación de una grabación… pero la tecnología ni la alta fidelidad eran las cosas que uno buscaba, lo que importaba era estar del lado correcto y en eso la música iba marcando las cosas.

A principios de los ochenta poco a poco fui comprando los cassettes originales de Silvio Rodríguez y al tiempo ya tenía la colección completa, pero que hoy ya no tengo… a mí se me ocurre prestarla a una polola que tenía cuando terminaba la universidad y antes de devolverla terminó conmigo, bueno, comprenderán que ella no forma parte de mis buenos recuerdos…

En términos generales esta música ha formado parte importante en mi vida y puedo fácilmente asociar ciertos cantantes con ciertas situaciones de mi vida, puedo recordar claramente en los momentos que escuchaba a Ismael Serrano, con quien estaba cuando me regalaron mi primer cassete pirateado, con quien he ido a sus conciertos, quien me acompañaba a comprar sus discos cuando ya tuve el dinero para hacerlo…

Sé muy bien que hacía y con quien estaba cuando me reencontré con Joaquín Sabina, en que estaba cuando lo fui a ver por primera vez en vivo… Además Sabina es por estos días el cantante que más me identifica, porque en sus canciones no ganan los jovencitos ni jovencitas de la película y eso me parece más normal.

A Serrat lo he visto dos veces en vivo pero ya hace mucho tiempo, fue el año 1994 cuando hizo un concierto gratuito en el Estadio Sausalito y fueron dos horas y media de la mejor música y la emoción rodea a todo el concierto. Por suerte ahora en noviembre vendrán Dos pájaros de un tiro en donde Sabina y Serrat vendrán a Viña y ya tengo las entradas compradas hace un mes… ya estoy preparándome emocionalmente para disfrutar de la música de los cantautores más grandes que ha dado España.

Por suerte siguen apareciendo nuevos cantantes y gracias al Internet he tenido acceso a autores que no son comercializados masivamente en Chile, como por ejemplo Alejandro Filio, un mexicano que a pura guitarra nos deja su voz y su desprecio por Arjona… otro mexicano también importante es Fernando Delgadillo, o los cubanos de la novísima trova Carlos Varela, Frank Delgado o los españoles Pedro Guerra y Luis Eduardo Aute o el uruguayo Jorge Drexler…

Capaz que muchos de estos nombres no les suenen o si los conocen los encuentren fomes, pero en gustos no hay nada escrito… para mí son importantes y la verdad con eso me basta y me sobra.




Yo canto a la chillaneja
si tengo que decir algo
y no tomo la guitarra
por conseguir un aplauso.
Yo canto la diferencia
que hay de lo cierto a lo falso.
De lo contrario, no canto.Yo soy a la chillaneja,
señores, para cantar.
Si yo levanto mi grito
no es tan sólo por gritar.
Perdóneme el auditorio
si ofende mi claridad.
Cueca larga militar.
Violeta Parra (1954-1957)

martes, febrero 27, 2007

12 años después... En dónde estamos?



“Si diez años después, te vuelvo a encontrar en algún lugar
No te olvides que soy distinto de aquel, pero casi igual.
Si diez años después no estamos igual qué le vas a hacer
Otros diez años más y luego a empezar juntos otra vez.”
Andrés Calamaro


Hace tiempo que no escribía algo nuevo, estaba bien flojo y en esto las excusas no valen de mucho, quizás mis amigos y amigas tenían razón al señalar que el tema de Pinochet era un tema gastado, pero para mi era importante cerrar ese capítulo.

Nunca ha sido mi intención hacer crítica social o política desde este espacio, si eso surge, bienvenido sea, pero este blog esta orientado a algo más personalista, más introspectivo y quizás para algunos más pajero y fome.

Bueno, luego de esa aclaración, a lo que nos convoca...

12 años... y por suerte no pareciera que fue ayer... han sido años bien vividos, con ninguna cuenta pendiente, en donde cada año ha sido una etapa bien quemada, pero no por eso uno no los puede recordar con un cierto dejo de nostalgia de los compañeros y compañeras que fueron colaborando en la construcción de esta historia, mi historia, la historia de muchos y muchas. Estamos a medio camino de la vida...

12 años... Marzo del 95... timidamente fuimos llegando a la E (si quieren saber que es, lean las entradas anteriores), pensando en como nos iban a mechonear, ¿Me irán acortar el pelo o me lo van a teñir?... “Puta, ojalá que no se vayan al chancho”.

Bueno, después de algunos años ¿estudiando?, fuimos de a poco titulándonos, muy poco al día (creo que fueron 9), la gran mayoría salió entre los 6 y 7 años. Si mis cálculos no me fallan, cerca de 40 logramos concluir la carrera, no es un número menos pensando que sólo ingresamos 60, no como ahora que ingresan 120 estudiantes (¡¡Qué sobrepoblación habrá en un par de años más!!), y dudo mucho que sea por el tema de las oportunidades para todos y todas, tengo la leve sospecha que sólo les interesa el vil dinero.

Por suerte un grupo de comanderos y comanderas (aunque para ser justos eran sólo amigas del Comando) nos seguimos juntando o por lo menos seguimos en contacto. La foto muestra algunas de las veces que nos hemos juntado un grupo importante.

Gracias a todos los dioses, a la gran mayoría les va bien, con trabajo, lo cual cada día es más complejo. Raúl está trabajando en el SERVIU, Platero en la Children International y en sus ratos libres sigue pensando en el 2008, Jorge y Cosme están en la Muni de Viña, Juanri esta de profesor en la E, mi compadre Francisco Javier (así se llama el Xunxo, por si no se acuerdan) trabaja en una Consultora con cabros un poco desordenados, la Claudia (ese es el alias de la chica) esta en la Universidad de Los Lagos haciendo varias cosas, la Alejandra esta de Dire en un Instituto en Santiasko, cuentan que Moya esta en una consultora por allá por Limache, la Paula acaba de irse a Punta Arenas, todo por amor, siguiendo a Popeye, ojalá que todo le salga bien, El famoso Daniel Mena (No + Daniel) trabaja vendiendo seguros en Metlife (le queda sólo dar el examen de grado), Albornoz trabaja en el Líder de Quillota, la Pao Pizarro esta en la Muni de Valparaíso, la Ketty también esta haciendo clases en la E, la Marianela esta en Santiasko, la Natalia creo que esta en Rancagua, la LorenaLazo anda por Antofagasta, la Pierina esta trabajando en la U.V., la Daniela Menay esta en Copiapó… y la Nayadeth en Australia (lejos, muy lejos)

Pero hay de muchos que no sé nada… que será de la Nany, la Angela, la Jannette, la Cristina, el Willy, la Milena, la Valeria, la Feña, la Claudia Pavez Peñaloza, Claudia Gutierrez y muchas más. Por último, que será de esos próceres que murieron en el camino y con suerte llegaron al primer semestre, donde estarán el Roberto, Gerardo, Janet Caro, Omar, El galán de Limache de apellido Rodríguez…

Muchos y muchas se han casado y/o han tenido hijos o hijas, otros nos hacemos los giles con el tema… podríamos decir que estamos más grandes, más maduros y quizás un poco más viejos, y como dice Calamaro, quizás seamos un poco distintos al de hace 12 años, pero en el fondo somos casi los mismos…
Salud!!!

Tuve un problema de difícil solución
En una época difícil de mi vida
Estaba entre la espalda y la pared
Y aguantando la opinión de mi familia.

Yo no quería una carrera normal
No me gustaba Derecho ni Auditoría
Mi espíritu rebelde no aguantaba
Los tribunales ni las cuentas por montón.

Y tuve una revelación,
Ya se que quiero en esta vida,
Voy a seguir mi vocación,
Será la gente sin techo y sin comida.
Voy a ir a un barrio marginal,
Callampas y barrial
Con Servicio Social
Voy a pasar caminando todo el día...

sábado, enero 06, 2007

Las varias muertes de Pinochet

Ya casi nadie habla de Pinochet, ya casi nadie recuerda la división que produjo su muerte, fue como volver unos treinta años. Hoy estan más preocupdos de que la familia se salve y que todos sus complicés sigan impunes.
Hoy me llegó un correo electrónico de una amiga, preocupada por que en el sitio de CNN en inglés existe una encuesta para saber como se iba a recordar a Pinochet. Existen tres opciones, la primera es que se recorará como un salvador, la segunda si fue un déspota y la tercera es que nadie lo recordará. Así que si les interesa pueden votar.

http://www.cnn.com/2006/WORLD/americas/12/12/pinochet.reut/index.html

Por otra parte, en uno de esos tantos viajes por el ciberespacio que hago de vez en cuando, sobre todo cuando no encuentro mucho que hacer. Me encontré en www.gatoencerrrado.net con un artículo sobre Pinochet, que escribió el mexicano Eduardo Bueno León Catedrático de la Universidad Iberoamericana del DF, sede Santa fé. El artículo se llama "Las varias muertes de Augusto Pinochet", y que escribió antes de la muerte física del dictador. A continuación les dejó el artículo, ojalá les produzca una mínima reflexión. Las imagenes son de mi repsonsabilidad.

PRIMERA SONATA

El General que marcó con sangre la historia de Chile y América Latina, comenzó a morir una mañana en Londres hace ocho años, cuando fue notificado por el Gobierno Británico que estaba detenido y solicitada su extradición a España para ser juzgado por genocidio. Hasta ese momento fatal, Pinochet era una estrella de la derecha internacional tacheriana, un anciano pletórico y lleno de vida, senador vitalicio y beneficiario del apoyo y admiración de la mitad de los chilenos, convencidos que su general era casi un héroe mítico, de esos que podían ser extraídos de la literatura chilena desde Ercilla hasta Neruda. Y Pinochet se consideraba asimismo como el redentor de Chile, el reconstructor de su Democracia y el fundador de un nuevo Estado con una economía liberalizada y moderna.

El anciano general disfrutaba de los placeres que dan la impunidad y la claudicación de una clase política opositora a la dictadura, que en 1988 al ganar el referéndum, temió gobernar sin poder alguno y aceptó todas las condiciones del astuto general. No importó que casi el 56% de los chilenos expresaran su repudio al dictador. Su voz cuartelera áspera y chillona resuena desde entonces, cuando reacio a aceptar los resultados del referéndum, enfundado en su uniforme militar y bajo presión de la Fuerza Aérea de Chile, consintió el triunfo de la oposición, pero advirtió “ Señores políticos, aquí no se toca nada, y si se toca, se acabó el Estado de Derecho”

Tras esa advertencia, la asustadiza clase política que había ganado el referéndum, se echó para atrás y negoció. Y el general triunfó. Efectivamente nada o muy poco se tocó en Chile mientras el general no se retiró y debieron pasar todavía otros diez años antes que cediera el Comando del Ejército a uno de sus discípulos.

A la claudicación democrática se le llamó eufemísticamente “Transición” y un batiburrillo de politólogos y sociólogos inventaron los más sofisticados discursos para justificar lo injustificable. La impunidad se entronizó en Chile, y al viejo amenazante, anticomunista y genocida, los líderes de la concertación terminaron queriéndolo como un abuelo bonachón, descubrieron que podían jugar con él al gato y al ratón, a festejarle sus exabruptos burlones contra los Derechos Humanos, mientras le daban la espalda a los reclamos de miles de familias que exigían justicia y la memoria de Salvador Allende era pisoteada, olvidada, ocultada con vergüenza.

Hubo excepciones indudablemente, como la corriente crítica del socialismo chileno, los intelectuales de la universidad ARCIS, los viejos luchadores del exilio en Suecia, España y México, el centenario PC intransigente en su denuncia de los crímenes de la dictadura con Gladys Marín a la cabeza, pero… ¿Que se podía hacer si hasta la familia socialista de Allende decidió acomodarse y guardar silencio?


SEGUNDO MOVIMIENTO

Pinochet pudo morir una tarde de septiembre 1986, cuando un comando armado del Frente Patriótico Manuel Rodríguez intentó con granadas y fusiles en un paraje andino, lo que el cantautor cubano Silvio Rodríguez llama en unos versos de su canción: “Ojala pase algo que te borre de pronto, una luz cegadora, un disparo de nieve”, pero la suerte lo acompañó y sobrevivió. Sus esbirros entonces iniciaron una cacería de opositores, asesinando a periodistas como José Carrasco y quemando vivos a estudiantes secundarios.

Pudo morir políticamente muchas veces, fue notorio su enfrentamiento con la los generales de la Fuerza Aérea cuando creó una estructura de poder personal, su aislamiento internacional gráficamente retratado cuando fue invitado a visitar Filipinas por el dictador Marcos y en pleno vuelo en mitad del océano la visita fue cancelada, y tuvo que regresarse a Chile en medio del escarnio mundial. O cuando las movilizaciones sociales en Chile a comienzos de los años ochenta crearon una grave crisis de gobernabilidad.

Pinochet fue una persona sumamente astuta, con una extraordinaria capacidad para simular y engañar. Lo hizo con Allende, con Eduardo Frei, con los generales Schneider y Prats que creyeron en su lealtad, con los embajadores norteamericanos, con los presidentes de Bolivia y Argentina durante la crisis por las islas Beagle y el famoso abrazo con Banzer en la frontera, engañó a Velasco Alvarado en el ciento cincuenta aniversario de la batalla de Ayacucho. Y llegó a engañar a los chilenos que lo creyeron un hombre honesto hasta que hace un año se descubrieron sus cuentas secretas.

Derrocando a Allende y desatando la salvaje represión que siguió al golpe, no sólo interrumpió el difícil pero ejemplar proceso democrático chileno, sino que canceló el único proyecto de construcción de un socialismo con libertades democráticas, que se implementó en América Latina. En otro escenario, cinco años antes, los tanques soviéticos habían aplastado otra experiencia de socialismo con libertad, como fue la llamada primavera de Praga, en la ex república checoslovaca.

Los estrategas de la Guerra fría que promovieron y apoyaron al golpe pinochetista, asumieron que en el ajedrez mundial, el violento golpe contra Allende era la pieza de intercambio por lo sucedido en Praga. Personalmente Richard Nixon y Henry Kissinger, ordenaron a su embajador en Chile, iniciar la desestabilización de Allende, aunque el trabajo sucio lo hizo la CIA.

Una consecuencia inmediata del golpe fue la polémica que se desató en los partidos comunistas europeos acerca de la viabilidad del socialismo en las sociedades capitalistas avanzadas. Ya el eurocomunismo estaba planteado a nivel ideológico, pero el golpe en Chile, aceleró la social democratización de los viejos marxistas leninistas. El anticomunismo y la guerra fría eran factores más decisivos que el respeto a los resultados electorales de una elección. Conscientes de ello, Enrico Belinger y Aldo Moro en Italia comenzaron a trabajar por el “compromiso histórico” que permitiera un co gobierno entre el Partido Comunista y la Democracia Cristiana en Italia. El secuestro y asesinato de Moro frustró ese acuerdo y se mantuvo la partidocracia cleptocrática en la península.

Por ello no les falta razón a los apologistas de Pinochet, cuando afirman que el viejo General cambió el rumbo de la izquierda en el mundo. Así es efectivamente, pero no por las razones que arguyen sus apologistas, porque Pinochet no sólo se convirtió en el enemigo de la izquierda mundial, se transformó en el enemigo de todas las fuerzas democráticas, liberales, progresistas y seguidoras de aquello que Kart Popper llamó “la sociedad abierta”. En el rechazo a su régimen confluyeron Olaf Palme, Willy Brand, Nikita Kruschef, Fidel Castro, Giscard, Felipe Gonzáles, Adolfo Suárez, Jimmy Carter, Ted Kennedy…


TERCERA CANTATA

Pinochet para evitar una dictadura comunista, instauró una dictadura anticomunista, para evitar una guerra civil de clases sociales, lanzó una guerra del Estado contra disidentes, para evitar que las ideas de justicia social e igualdad con discurso socialista volvieran a calar en la sociedad chilena, instauró una violenta lucha ideológica basado en el más rancio y excluyente darwinismo social, para enterrar el internacionalismo de los allendistas resucitó el patriotismo pueblerino y xenófobo de la oligarquía chilena.
En buena medida su régimen fue peor que cualquier dictadura comunista de los años setenta, pues no sólo suprimió las libertades democráticas, sino que intentó legitimar la tortura, el secuestro, los fusilamientos extrajudiciales, los desaparecidos sin reparar que con ello llenaba de sospecha a la sociedad chilena, que durante todo el siglo XX, pese a los conflictos sociales, demostró tolerancia y cultura cívica.
Con su régimen, los discípulos de Milton Friedman de la escuela monetarista neo liberal, pudieron usar a Chile como país piloto, luego del fracaso en Argentina con Alberto Martínez la Hoz, otro economista aliado de la dictadura de Videla con cuya gestión comenzó la des industrialización del país de Borges y Gardel.
El régimen militar chileno aplicó el neoliberalismo más despiadado a sangre y fuego, destruyendo derechos laborales, y sindicales, desmantelando el sistema de protección social, orgullo de la clase política y trabajadores chilenos y dividió a su país en ganadores y perdedores, donde era mejor emigrar antes que convivir con un régimen asfixiante de ideas medievales. No en balde usar el estadio nacional para torturar a los detenidos, para asesinar a cantantes como Víctor Jara, fue todo un símbolo de represión social y cultural. Matar la cultura, garantizaba un país traumatizado y sujeto al miedo, donde pensar y crear libremente estaba prohibido. Esos fueron los primeros años del pinochetismo, puro fascismo cono sureño que los apologistas cínicamente pretenden poner de lado.
¿De donde surgió ese odio demencial anticomunista? Si Chile fue el primer país en legalizar a la izquierda mientras en otros países de la región eran perseguidos, ¿De donde nació ese fanatismo genocida que buscó exterminarlos? Los comunistas chilenos eran parlamentaristas, habían demostrado su capacidad política y profesional en el Frente Popular y fueron el aliado más leal y conservador que tuvo Allende en su gobierno. En mi concepto, fueron el chivo expiatorio, el pretexto que calzaba con loa ideología de Pinochet aprendida en la Escuela de las Américas de Panamá, la academia de dictadores que los Estados Unidos usó para difundir sus teorías sobre la guerra fría entre la oficialidad militar latinoamericana. Y Pinochet usó a las Fuerzas Armadas de su país como su partido político, adoctrinándola y usándola como base de su fuerza y poder
Pinochet se consideraba asimismo el defensor de la “civilización occidental y cristiana”, una especie de Mio Cid, un Franco redivivo que convenció a los chilenos que sin él, vendría el caos, la revancha, el diluvio. Su siniestro proyecto ideológico fue denunciado tardíamente por el fundador de la Democracia Cristiana Chilena, Eduardo Frei quien en sus últimos días, se lamentaba no haber comprendido a Allende, arrepintiéndose del apoyo que brindó al golpe del 11 de septiembre.

ULTIMO MOVIMIENTO

Después de su detención en Londres la estrella pinochetista ingresó en un franco declive. La modernidad que representa el gobierno de la concertación, no podía detenerse en las desventuras del general, los ideólogos sabían que estaba herido de muerte. El personaje comenzó a causar incomodidad, fastidio, antipatía. Perdió el fuero como senador y recluido en su domicilio, protegido por los militares y los empresarios que se beneficiaron con las privatizaciones y el modelo monetarista, tuvo que enfrentar denuncias y juicios, ordenes de comparecencia y detención domiciliaria. Un único juez se negó al pacto de silencio, enfrentándolo y decidió hacer justicia a los familiares de los asesinados y desaparecidos. Los demás callaron.
Millones de chilenos han crecido con el pinochetismo, y han asumido el discurso del orden que la dictadura a través del sistema educativo y mediático inoculó en las nuevas generaciones. Antes de Pinochet todo era caos, con el General Chile pudo emerger como potencia económica y una democracia consolidada. Se ha intentado borrar de la memoria, que antes hubo un país democrático y profundamente social, que el Estado era inclusivo y las fuerzas de izquierda actuaban bajo el imperio de la ley.
La derecha del continente pretende poner de ejemplo a Pinochet como fundador del orden neo liberal, base del progreso. Con ello vende la ideología que los sistemas democráticos, si no aplican políticas neoliberales, no tienen futuro, y que es mejor períodos de autoritarismo y “reformas estructurales” antes que respetar los pactos sociales, el estado de derecho y la responsabilidad social de los gobernantes. Usan para ello el fantasma del “populismo”.
Y si bien es cierto Chile exhibe un crecimiento sostenido, es uno de los países de más desigualdad social del hemisferio, con una clase media endeudada y con ideas polarizantes. Es un país donde la derecha justifica la pobreza, las ambiciones de dominio geopolítico en Sudamérica y donde la división entre clases sociales es aún más notorio que en la época de Allende.
Salvo los socialistas modernizados, que siguen usando el discurso, pero sin mucho contenido, Latinoamérica no es un concepto que guste a los chilenos. En ese sentido Pinochet dejó bien sembrada la idea de un país singular muy diferente a sus vecinos, desde el punto de vista étnico, social, cultural y económico. En buena medida no depender de las exportaciones a Estados Unidos, como el resto de los países de la región, confirma en parte esa singularidad.
Deja Pinochet un país dividido, que no se reconcilia y reencuentra asimismo, tal vez nunca lo haga y sobrelleve sus heridas confiando en el tiempo que todo lo cauteriza. Nunca pidió perdón, hasta hace una semana volvió a reafirmarse en lo que hizo, con ello le negó a su país un último momento de reflexión y la necesidad de extender la mano entre víctimas y victimarios.
Pero si alguna lección final nos deja el dictador, es que la impunidad es una decisión política. No una consecuencia del derecho o de una sentencia. Y nos advierte, que una dictadura puede con el tiempo legitimarse y refundar el orden estatal de forma casi irreversible. Y más aún nos enseña que la prosperidad puede seguir una ruta diferente a la democracia, si los políticos lo permiten, si la izquierda se doblega y cancela sus valores.

México DF a 12 de noviembre del 2006